Los monegascos son ricos. Y la mayoría no son monegascos. De hecho lo que más hay son franceses, seguido de italianos más o menos en la misma cantidad que monegascos, y después gente de todas las nacionalidades europeas que se han instalado allí. A partir de aquí ya te puedes imaginar, y más siendo la mayoría de ellos de alta alcurnia, como serán; educados, cordiales, buen trato… pero no cercanos. Después otra cosa es que la mitad o más de la gente que vas a ver por la calle son turistas de todo el mundo.
Españoles, por si tienes curiosidad por saberlo, hay doscientos y pico.
Cuando yo estuve, al observar a un barrendero al que, de no haberme dado vergüenza, hubiese abrazado por estar ahí ejerciendo tan digna profesión rodeado de lujo, me asaltó la idea de que también tiene que haber alguna zona obrera donde acoger a todos los trabajadores (servicios públicos, hoteles, restaurantes, etc.). Pues bien, no afirmo que todos porque tampoco sé tanto, pero sí resulta que la mayoría de ellos viven en poblaciones colindantes que ya pertenecen a Francia. Para ser residente de Mónaco tienes que cumplir una serie de requisitos que incluyen un mínimo de patrimonio, y aparte, si bien las compras diarias no tienen por qué serlo, los pisos son carísimos.
La religión oficial del estado es la católica.
Su principal motor económico ya no es el casino, que solo supone un 3% del total y la mayoría es para los Grimaldi, sino el turismo y negocios que también deben cumplir unos requisitos para asegurarse de que ejercen su principal actividad dentro del principado.
El idioma oficial es el francés, aunque con tanta nacionalidad es de suponer que se oye hablar muchos más idiomas, principalmente italiano, y después también existe el monegasco, que aún sin ser el idioma oficial, incluso se enseña en las escuelas.
La seguridad ciudadana es total, de hecho el índice de criminalidad es cero; aparte de que no hay quinquis, por si acaso vienen de afuera está todo abarrotado de policías. Con lo cual si te fijas un poco puedes ver actitudes curiosas como que un tío baje del coche a comprar el periódico y se deje las llaves del Ferrari puestas y el coche abierto. No hay problema. Ojo, porque esto también implica que si vas tú con tu seat Panda y aparcas mal, la multa la tienes casi segura.