Una miguita de nada de historia: Paris es una ciudad de las más antiguas de Europa, data del 250 a.c. y la fundaron unos galos que se llamaban parisios sobre la Ile de la Cite, una isla que hay sobre el río Sena y a partir de la cual ha ido creciendo la ciudad a lo largo de los siglos hasta convertirse en la enorme aglomeración metropolitana que es hoy.
En la época de los romanos se llamaba Lutecia, por si a alguien le interesa estudiar la historia de la ciudad y se encuentra ese nombre, ya sabe que se trata de Paris.
Tomó el nombre actual más o menos en el siglo IV d.c., al tiempo en que se convirtió en capital de Francia.
En 1789 tuvo lugar la revolución francesa, que duró diez años y supuso una transformación a nivel político, social y económico en todo el país, acabó con la monarquía y nació el lema de la nación: libertad, igualdad y fraternidad. Tuvo su origen en la plaza de la Bastilla.
Fue durante la época de Napoleón III (sobrino de Napoleón Bonaparte), en el siglo XIX, cuando la ciudad sufrió una gran reforma a nivel arquitectónico y adoptó el aspecto actual.