Probablemente la peor opción, salvo en casos puntuales, es el taxi. Son muchísimo más caros que en cualquier ciudad de España. Evidentemente y pese a tener su carril bus no están exentos del tráfico de París con lo cual en muchos casos no te garantizan rapidez. Además, no tienen un color determinado y los tienes que distinguir por un letrerito que lleva en el techo que se enciende cuando está libre, aparte de eso escasean y para colmo los taxistas parisinos tienen fama de ser antipáticos porque están mal pagados (por no decir otra palabra). Por lo demás bien.

El autobús, lo de siempre, es una buena opción porque mientras vas viendo la ciudad. Además, hoy en día, con Google maps, es la mar de fácil ver cual tienes que coger desde el punto donde estás.

         

El metro, sin duda la mejor opción allá donde vayas. Rápido, fácil de entender y llega a todas partes. El metro de París es uno de los más grandes de Europa y además hay muy poca distancia entre las paradas, con lo cual es fácil que siempre haya alguna cerca del sitio donde pretendas ir. Las vías están electrificadas, lo digo por si vas con la suegra y te animas a darle un empujoncito, no será necesario esperar a dárselo en el momento en que llegue el tren.

Está abierto de 5:30 a 1 h y los fines de semana lo amplían una hora más.

            

Los billetes, como en todos los metros del mundo, se pueden comprar sueltos, en abonos de fin de semana, en abonos mensuales, abonos diarios, etc. Como en casi todas las ciudades hoy en día, hay una tarjetita que la compras baratita y la puedes cargar con la opción que más te convenga, aunque los tickets individuales los venden sin la tarjetita. Las tarjetitas de marras se llaman tarjeta Navigo Easy y tarjeta París Pass. En cualquier caso, hay pocas opciones para el turista, creo que en general resulta bastante caro, por ejemplo una tarjeta de diez viajes te cuesta igual que diez viajes individuales, pero aun y así vale la pena porque es tan extenso el metro de París y tiene tantas paradas, trasbordos, opciones…que resulta tremendamente práctico.

La siguiente opción es el RER, que es algo parecido a los ferrocarriles catalanes en Barcelona, un tren de cercanías con muchísimas paradas y líneas dentro de la ciudad, pero que llega hasta bien entradas las afueras y donde te vale el billete del metro e incluso si haces transbordo desde este no tienes que pagar.

Es conveniente fijarse bien antes de coger el tren, en la pantallita que tienes en el andén para elegir el tren correcto, ya que en una misma línea y pasando por el mismo rail, no todos los trenes paran en todas las estaciones ni llegan igual de lejos, así que te puedes encontrar con que según cual cojas, como te equivoques se te puede pasar de largo tu destino o bien quedarte a medio camino.

También, como en todas las ciudades hoy en día, está la ciudad cada vez más habilitada para circular en bici, y las hay de alquiler, así como de motos, en muchos puntos de la ciudad.

               


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