Son dos partes; Montmatre, el barrio bohemio y Pigalle, que es la zona del Moulin Rouge y el comercio del sexo. También puedes hacerlas por separado, porque la segunda es más nocturna, pero yo aconsejo hacer la primera por la tarde, cenar por ahí, y ya bajar a la segunda.
Se trataría en primer lugar de visitar, le Sacre Coeur una impresionante basílica con vistas de la ciudad, para cuyo acceso te has de subir unas cuantas escaleras o bien pillar un funicular.
Para llegar hasta allí puedes bajarte en el metro de Anvers o de Abesses (más o menos están igual de cerca).
Visitado el Sacre Coeur, se trataría de ir hasta la place du Tertre y alrededores. Calles preciosas, de aquellas zonas que te harían volar la imaginación y situarte en un Montmatre antiguo y bohemio, sino fuese por lo claramente artificial que resulta hoy en día, ya que todo está pensado de cara al turista. La zona está repleta de restaurantes y de pintores que pretenden dibujar tu retrato a cambio de unos euricos.
Por encima de estas calles está la rue Abreuvoir, muy bonita con edificios pintorescos y revestidos con plantas.
Hay un museo del barrio sobre todos los artistas que lo habitaron y los recuerdos de la época bohemia, en la calle Rue Cortot, 12, en la casa más antigua del barrio, un poco por encima del Sacre Coeur.
Estos dos últimos párrafos te los aconsejo si vas sobradísimo de tiempo y bien descansadito o descansadita, sino son prescindibles, más que nada porque, aunque están bien, pero ya es subir mucho (y sí, todo subida), y tampoco son sitios que salgan recomendados como imprescindibles en ningún sitio.
Y llegado este punto, el autor de esta truño guía, bajaría hasta rue des Abesses, principal del barrio, donde cenaría en alguno de sus muchos restaurantes con encanto. Quizás, previo paso por la place Emile Goudeau, muy característica del barrio, que está un poco antes de llegar a Abesses y tiene encanto y también algunas terracitas (prescindible, no te mates buscándola, pero si pasas pues está bien).
Y ya entrada la noche, bajamos a la zona de Pigalle, desde podrás pillar el metro del mismo nombre o el de Blanche para volver a tu hotelito. La avenida donde está todo es Boulevard du Clichy.
Es la zona del sexo, con cabarets como Moulin Rouge, que es el más famoso, pero hay más. Y por esa misma calle y las de debajo; tiendas eróticas, top less, museo erótico e incluso cuando fui en 2010 había escaparates con señoritas que ofrecían sus servicios, no tan exagerado como en Ámsterdam, pero ahí estaban. Debido a una nueva normativa de 2016 en que prohibían totalmente la prostitución, esto, aunque exista, es mucho menos visible.
Aparte, por lo menos el fin de semana que es cuando yo fui, también hay mucho ambiente no sexual, es decir bares musicales, discotecas, etc.