Restaurantes y fado

 

Hay muchos bares de menús para comer barato, y normalmente bastante bien. Suelen ponerte una sopa y algún segundo y bebida. Después te ponen aperitivos (queso, pan, aceitunas, etc), que aunque no te dicen nada, los cobran aparte. Simplemente con no probarlos ya no te los cobran. A veces no hay que dejarse llevar por que el sitio sea cutre o pequeño, pueden preparar excelentes comidas.

Hay mucha tradición de comer en snacks bar y en pastelerías, aunque normalmente es para el desayuno y el almuerzo, no para la cena.

De propina es más o menos como en España, entre el 5 y el 10% (más el cinco que el diez) y se acostumbra a hacer si has quedado a gusto con el servicio, pero es totalmente opcional.

Los horarios de comida son de 12: ·30 a 14h y de cena de 20:30 a 22. Más tarde lo más normal es que encuentres cerrados casi todos los restaurantes.

En el mercado da ribeira y en el campo da ourique (el primero enfrente de la estación de cais do sodre y por lo tanto bastante cerca de praça do comerço y el segundo un poco al oeste del barrio alto, donde la basílica da Estrela), hay puestos para comer muy variado a buen precio. Se trata del típico sitio donde hay muchísimas mesas alineadas y compartidas y un montón de paraditas de distintos tipos de comidas. Tú puedes comprar la comida en el puestecito que quieras, o incluso en varios, y sentarte a comer donde encuentres sitio. Al del mercado da Ribeira fui yo y casi todo eran portugueses, no había casi turistas, lo cual, por lo menos para mí, es un punto favorable porque siempre hace más gracia mezclarse con los autóctonos.

           

No obstante, como turista, lo más normal es que acabes comiendo en algún restaurante de la Alfama y cenando en el Bairro Alto, que es donde está la fiesta. No haría falta recomendar demasiado, porque paseando por sus calles verás muchísimos, y algunos de ellos con el cantante en una esquinica dándole caña al fado. También verás muchísimos sin fado y comerás igual de bien por mejor precio, pero tiene su gracia por lo menos en algún momento hacerlo con fados.

El fado es una música tradicional portuguesa que tiene dos variantes; el de Coimbra y el de Lisboa. El de Coimbra es mucho más romántico, y el de Lisboa más dramático. Su letra se refiere a la realidad del día a día portugués en los barrios más humildes. Es bastante tradición escucharlo mientras se cena, en restaurantes con cantantes en directo, aunque sale más caro que cenar sin música y en muchos sitios también se puede ir a verlo tomando una copa sin cenar. 

         

La mayoría de los restaurantes con fados los recomiendan en muchas guías que salen por internet, pero hay muchos más pequeñitos que también te pueden valer y que te los irás encontrando. Yo solo voy a recomendar uno, en el bairro alto, porque fue toda una experiencia, aunque supongo que más por las circunstancias que se dieron. Después, es cierto que cuando he ido, he comido y cenado en más sitios, porque tengo la costumbre de hacerlo a diario, pero ya no los recomendaré, porque sinceramente…no los anoté y no los recuerdo, pero también diré que fueron restaurantes que te vas encontrando, y comes muy bien y barato, pero como hay mil en Lisboa.

Wine Lover BA:  Rua das Gaveas, 38.  Este es el restaurante que yo fui. Tiene dos salas, una pequeñita y acogedora decorada como una bodega, incluso algunas mesas son barriles, aunque con gusto y moderna, y otra más normal con mesas, más luz y menos ambiente. En la que es como una bodega, había cantante. No solo cantaba fado, también todo tipo de canciones portuguesas e incluso algunas extranjeras conocidas. El caso es que el ambiente que se formó en esta salita fue genial, y después de cenar acabó todo el mundo interactuando, cantando e incluso haciendo el trenecito. Por lo visto hay distintos cantantes según la noche, pero el que tocaba ese día por lo menos, lo hacía muy bien.  Por otro lado, se comía muy bien, cocina tradicional portuguesa y el precio era bastante asequible, y más teniendo en cuenta que los fados también los pagas, salvo si te metías una botella de vino, que allí era donde te clavaban También estaba la opción, más barata, de pedir solo una copa. La variedad de vinos era absoluta, de hecho también pone que es un bar de vinos.

 


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